martes, 3 de mayo de 2016

El precio de vivir

¿Qué es mejor: los años de vida o la vida de los años? Hoy en día se sigue investigando, o eso creo, para hallar la solución a todas los problemas biológicos que ocupan a los seres humano. Las industrias farmacéuticas tienen clara la respuesta a la pregunta que he planteado al principio: Beneficio económico. 

Como siempre, muchas enfermedades son etiquetadas como enfermedades terminales, bien porque no se haya encontrado una cura definitiva o bien porque para la industria farmacéutica es mas rentable vender un tratamiento antes que una cura. También es cierto que la única ventaja que ellos ofrecen es mejorar la calidad de vida pero ¿A qué precio? Otra vez el capitalismo es el que pone los precios a nuestras vidas. La calidad es cara.

El sufrimiento que a muchos enfermos causa su enfermedad, pese a que siga un tratamiento, en muchas ocasiones llega a tal punto que prefieran morir a vivir, es decir, que prefieran la vida de los años antes que los años. Ante estas circunstancias las únicas opciones que se les plantea son: Eutanasia y Suicidio asistido. Ambas comparten los medios y el fin: dosis letales de medicamentos y acabar con la vida; la única diferencia es quien lo administre, el médico o el propio paciente respectivamente. Sin embargo y aunque sean pocas las opciones pero suficientes, en muchos países estas opciones son ilegales, entre ellos España. Como no, una vez mas los representantes decidiendo por nosotros y una vez mas haciendo mas vulnerando nuestra capacidad de decidir. Ya que para poder llegar a recibir uno de estos dos tratamientos, deberemos superar muchas medidas de barrera cuyo fin es medir nuestra capacidad para tomar una decisión tan importante.

En otras muchas ocasiones y esta vez eximiendo de culpa a la industria farmacéutica, en muchas ocasiones la solución es tan "sencilla" como un trasplante. El sistema de trasplante es una de las pocas cosas de las que actualmente me siento orgulloso debido a que se creado unos criterios de preferencia a la hora de elegir el receptor. Sin embargo, todos los que estemos leyendo esto nos hemos criado en una sociedad donde parece que es mas importante la economía que la salud lo cual conlleva al trafico de órganos y lo que genera mas ventajas a aquellos que tengan dinero, desgraciadamente este es ciclo que sigue la sociedad. una vez mas estas situaciones me plantean la pregunta ¿Cuanto vale una vida?

En defecto, todos aquellos que no hayan podido cursar cualquiera de las opciones mencionadas anteriormente y si están en una de las ultimas etapas de su vida, el único remedio que se les puede ofrecer son: cuidados paliativos. Por así decirlo, estos cuidados se centran en mejorar la calidad de vida en sus últimos momentos con la finalidad de darles una muerte digna, la única opción de la que he hablado en la que por fin veo humanidad y no simplemente humanos como en los casos anteriores.


En conclusión y desde mi punto de vista, para solucionar todo este problema generado por nosotros mismos indirectamente, la única forma que concibo es partiendo desde la raíz del problema: dejar a un lado los fines económicos y centrarse solo en los humanos, no ponerle precio a la vida.

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