Parece que escribimos las mejores cosas cuando estamos tristes. No entiendo como grandes autores como pudieron ser Juan Ramón Jiménez o Becquer pudieran vivir tanto, yo no podría, aunque igual, esto es solo un punto de vista mio y ellos solo escribían porque tenían esa facilidad. Aun así, no lo entiendo.
Yo, como todos, tengo días claros y días grises de los que no te apetece ni respirar. Sé que con el tiempo uno se acostumbra e igual ese es mi problema, que acumulo días malos aparentando normalidad hasta que un día llega la gota que colma el vaso y me desbordo y me hundo con la pequeña esperanza de que un rayito de sol ilumine mi día.
Ese es mi problema que a mis problemas les sumo mis fracasos, que yo nunca he conocido a la autoestima, pero si a gente que la han sabido sobrellevar por mi, que yo nunca he tenido de eso aunque la haya regalado.
F.∆
sábado, 21 de febrero de 2015
Autoestima, personal e intransferible
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